Mamífero de mediano tamaño (entre 900 y 1500g), con un pelaje uniforme de coloración grisáceo en el dorso, más blanquecina en el vientre. Tiene unas orejas grandes y cola pequeña que resalta por su coloración blanca salvo en su parte dorsal.
Sus ojos son grandes y negros. Las patas delanteras son pequeñas y adaptadas para escarbar, mientras que las traseras están más desarrolladas para permitir saltar y correr a gran velocidad durante trayectos cortos hasta encontrar su refugio.
Dotados de una vista y oído muy desarrollados, viven cerca de sus madrigueras, excavadas sobre suelos blandos, de las que apenas se aleja, huyendo ante cualquier peligro con agilidad por las sendas que recorre habitualmente. Sus hábitos son fundamentalmente crepusculares y durante el día pueden camuflarse en encames o solearse cerca de sus refugios.
El conejo es una especie que ocupa gran diversidad de hábitats, siendo típico de los ecosistemas mediterráneos, por lo que su hábitat ideal es el matorral y bosque mediterráneo.
Su alimentación es exclusivamente vegetariana, está compuesta por plantas herbáceas, raíces, cortezas, granos de cereal y hortalizas.
Se reproducen en madrigueras, presentando en ocasiones un período reproductor que abarca todo el año, aunque lo normal es que comprenda aquellos meses con alimento verde suficiente. El macho puede cubrir a varias hembras. La gestación dura unos 30 días y las hembras tienen entre 3 y 5 camadas anuales, con una media de 3-4 crías por camada. Los gazapos se pueden reproducir ya a los 3 meses de vida.
Se considera pieza principal de caza menor en España. El conejo se presta a casi todos los tipos de caza. Las principales modalidades que se practican en la caza del conejo son la caza en mano, al salto, el descaste en verano (sin perro), con hurón o de espera.